“España va a contracorriente. Frente al enorme crecimiento de las fuentes renovables en todo el mundo, en España aquí están estancadas”, sintetiza Javier García Breva, reconocido experto en energía, ex director del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energías (IDAE). La potencia eólica de España está estancada desde hace más de tres años.
Las fuentes renovables añadieron el año pasado al parque eléctrico sólo 27 MW, como balance global, una cantidad irrisoria (mientras en todo el mundo se instalaban 150.000 MW). La potencia eólica sigue enquistada en 23.000 MW desde el 2013 (con 22.633 MW en el 2012), y la solar fotovoltaica continúa parada en torno a los 4.675 MW.
En el país del sol, sólo se instalaron 49 MW fotovoltaicos en el 2015, el 0,09% de los que se colocaron en todo el mundo. En cambio, en Reino Unido se crearon 3.500 MW: 70 veces más que en España, según datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), aunque un informe de la Asociación de Empresas de Energías Renovables reduce ese aumento a sólo 19 MW el año pasado.
“Desde el 2012, cuando se abordó la reforma eléctrica, ha habido una paralización total”, señala José Miguel Villarig, presidente de la Asociación de Empresas de Energías Renovables. La prioridad única del Gobierno ha sido acabar con el déficit de tarifa (cuestionado por amplios sectores), saldado sin miramientos a costa de la defenestración de las fuentes renovables, que vieron reducidas drásticamente las ayudas para instalaciones existentes o suprimidas para las nuevas plantas. Las energías renovables perdieron en España el 47% de sus empleos totales: de 142.940 personas empleadas en el 2008 en el sector se pasó a 75.475 empleos en el 2015 (383 más que el año anterior)
Menos peso de las renovables
Las renovables sólo aportaban el 14,8% de la energía final en el 2015, mientras que representaban el 15,6% en el 2014. La nuclear (un 21,8%) y el carbón (20,3%) se situaron por encima de la eólica (19%) a la hora de cubrir la demanda eléctrica.
“Mientras que en otros países, las emisiones de gases invernadero se estancaron en el año 2015, en España, en el sector de la energía, aumentaron un 6%”, destaca García Breva, que fue en su día diputado del PSOE por Guadalajara.
Ahora, el frenazo tiene como consecuencia el riesgo de que no se cumplan las metas comunitarias (una aportación de las renovables del 20% de la energía final para el 2020 y del 27% para el año 2030). El Gobierno lo fía todo a las subastas para el sector eólico (nuevas instalaciones al mejor postor), pero Villarig pronostica que “no vamos a poder cumplir”. “En el 2016, ya no prevemos ningún incremento de potencia eólica; en el 2017, tampoco, y en los siguiente años, veremos…pero es difícil”, dice. “Al Gobierno, incumplir con Europa parece no importarle; mantiene su política; el discurso de que abordará la situación de las renovables, una vez efectuados los ajustes…”, explica Villarig.
Plenamente competitivas
Pero la esperanza es lo último que se pierde. “Los objetivos europeos , la inestabilidad de los precios del petróleo y el acuerdo de París contra el cambio climático relanzarán las renovables”, pronostica el presidente de la Asociación de Empresas de Enegías Renovables. “Éstas no son un subapartado de la política contra el cambio climático, sino que sus tecnologías son plenamente competitivas con las demás fuentes de energía”, añade.
“España, pese a la bajada del precio del barril ha continuado sus importaciones. Vamos hacia una economía más carbonizada, como demuestra el papel preponderante del carbón”, opina dice García Breva.
El pasado año, la generación con energías renovables (eléctrica, térmica y biocarburantes) evitó la importación de 19.925.281 toneladas equivalentes de petróleo (tep), con un ahorro económico equivalente de 6.866 millones de euros. Asimismo, las tecnologías renovables impidieron la emisión a la atmósfera de 55.141.676 toneladas de CO2, lo que permitió ahorrar pagos en concepto de derechos de emisión por valor de 423 millones de euros, según el informe Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España en 2015, de APPA.
Fuente: La Vanguardia
Javier García Breva es ex director del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energías y conferenciante Diserta